TESTIMONIOS

Con la cámara mostrándolo como desde aquí atrás, como de perfil hacia el fondo, le dije: –Davinson, ¿cómo ha sido tu vida? Y me respondió: –¡Jumm!, ¿mi vida? ¡Ave María hermano, qué preguntica! Y volteó a mirar a la cámara: –Mi vida, mi vida ha sido muy dura. Mire, yo tengo 18 años y usted imagínese cualquier cosa mala, ¡cualquiera! Piense en cualquier cosa mala y eso lo he hecho yo, ¡cualquiera!, y eso lo he hecho… ¿Pero sabe qué?, yo me pongo a ver esas cosas, yo veo el programa de ustedes, y yo quiero otra vida, yo quiero salir adelante… Y empieza a describir una vida normal, todo lo que él quería ser: quería estudiar, quería tener una oportunidad de un trabajo, quería formar una familia, o sea, un muchacho de 18 años. La nota duró dos minutos, no más, dos minutos. Esa nota la pasamos completa, sin ninguna edición. A los tres o cuatro meses mataron a Davinson, lo bajaron de un carro, de un colectivo que iba junto a la Minorista, y lo mataron ahí en la glorieta de la Minorista. Su madre nos llamó al programa, se nos presentó, dijo: –Yo soy la mamá de Davinson, voy a pedir un favor: ¿ustedes pueden volver a pasar la nota que pasaron con él? –Sí señora, ¿por qué quiere que la pasemos? –Vea, porque es lo único bueno que ese muchacho hizo en su vida.

Jorge Melguizo
Participante del proyecto Expedición Museo, memoria y ciudad
Co-creador programa de televisión Arriba mi Barrio (1991)
Secretario de Cultura Ciudadana (2005-2009) y Secretario de Desarrollo Social (2009-2010) de la Alcaldía de Medellín.

Archivo de testimonios audiovisuales MCM
Minutos: Del 31:58:00 al 34:24:00

Los jóvenes de Medellín sólo salían en los medios de comunicación por dos razones. Una razón: asesinos. Otra razón: asesinados.

Jorge Melguizo
> Co-creador programa de televisión Arriba mi Barrio (1991)
Secretario de Cultura Ciudadana (2005-2009) y Secretario de Desarrollo Social (2009-2010) de la Alcaldía de Medellín.

Archivo de testimonios audiovisuales MCM Minutos: Del 8:48 al 8:57

Entramos nosotros al conflicto en este tiempo, en el barrio de nosotros, porque había mucha falta de oportunidades y no había trabajo, no había estudio. Si había estudio, era muy poco, no había como un estudio de universidades ni nada de eso. Y los profesores a veces prácticamente no enseñaban nada, entonces uno se aburría y se iba para la calle y se salía de estudiar. Otro, porque en el hogar no había ingresos. Entonces uno ya buscaba colaborar, depende de la familia que uno tenga; porque, por ejemplo, las hermanitas ya tenían hijos, se crecen los habitantes en la casa. Uno optaba por lo más fácil: matar, robar. En ese tiempo se veía mucho el secuestro y el robo. –¿Por qué dices que era el camino fácil? Porque la gente siempre ha estado desarmada y llegar con una pistola, pues es muy fácil, uno tener otra persona que no tiene nada a usted que tiene una pistola cargada con 15 balas… –Infundir miedo era fácil. Entonces muchas veces llegaba uno, como uno mantenía con la rabia con las cosas que pasaban en el mundo, entonces veía caer muchos amigos, entonces uno se mantenía aburrido. El dicho que uno decía era​ “vamos a ver si comemos natilla este año”. Era como una psicología, uno empezó a sobrevivir y ya sí ver muchos muertos y seguir ahí.

El primer atentado mío fue en 1973. Me metieron tres tiros, me hice el muerto y dejaron ahí al lado a un amigo mío. Pero uno nunca cree en eso y sigue, porque ameritan las cosas. Y como uno se crió ahí, uno se vuelve ya como dueño de esa invasión, dueño de ese terreno.

Participante
> Proyecto Expedición Museo, memoria y ciudad
Minutos: 0:45 A 3:00

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