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Una lucha por la memoria y el trabajo digno
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María Edilma Zapata, José de Jesús Suaza, Rubén de Jesús Pérez, Rafael González, Pastor Cardona, Luis Esteban Serna, Luis Ángel Holguín, Luis Ángel Ruiz Villada, Israel Antonio Vélez, Joaquín Emilio Román y Juan María Holguín son las víctimas de la Masacre de Cementos El Cairo, un grupo de sindicalistas que, al ejercer su derecho a la huelga, fueron atacados indiscriminadamente por el Ejército Nacional.
María Edilma Zapata era una niña de 11 años, hija de uno de los sindicalistas que quedó herido junto con más de 39 personas más en el ataque. Este hecho ocurrió el 23 de febrero de 1963, pero permanece vivo en las y los habitantes de Santa Barbara y es conmemorado cada año por SUTIMAC (Sindicato Unitario de Trabajadores de la Industria de Materiales para la Construcción). Hoy se conmemoraron 60 años de esta barbarie que es poco reconocida, aún después de los años.
Desde el Museo Casa de la Memoria y el Centro Nacional de Memoria Histórica, acompañamos y apoyamos la Conmemoración de la Masacre a los sindicalistas de Cementos El Cairo y la menor María Edilma Zapata el 23 de febrero de 1963 en el municipio de Santa Bárbara.
Caminamos las calles donde hace 60 años se ejercía el derecho a la huelga exigiendo garantías dignas en su trabajo y teniendo como respuesta ser asesinados o heridos de gravedad. Cada paso y cada arenga trae a la memoria sus nombres y la exigencia de justicia y de que este hecho sea reconocido como un Crimen de Estado y que se respeten los derechos laborales, que después de 6 décadas, siguen siendo vulnerados.
Una marcha, lecturas, poemas, palabras de las familias de las víctimas y del Sindicato fueron parte de la agenda de esta conmemoración que se extiende hasta el sábado 25 de febrero con espacios culturales y de diálogo.
En un acto simbólico, hicimos entrega al Sindicato de una placa de reconocimiento por la lucha y resistencia, por permitir la memoria viva y seguir visibilizando las injusticias. Esta placa estará expuesta en el Museo de Mártires, un lugar que custodia los archivos que evidencian esta masacre y mantiene vivos los nombres y rostros de los sindicalistas y Maria Edilma.
Además, María Gaitán Valencia, anunció públicamente que este Museo queda en el radar de lugares de Memoria del Centro de Memoria Histórica, dándole un reconocimiento y apoyando la lucha de este sindicato.
El Museo